Charla-coloquio
Viernes 27 de febrero a las 20,30 horas
Entrada libre – aforo limitado

La doctrina budista se basa en la autorrealización del hombre. No existe en el budismo la idea de una “salvación” ni tampoco la de un Dios personal. El hombre está atado tan solo por su ignorancia, que le hace equivocarse y reencarnar una y otra vez buscando la experiencia que le falta.

En sus veinticinco siglos de vida el budismo ha demostrado una gran capacidad de supervivencia y, salvo el ya muy lejano momento de Asoka, podemos afirmar que es la forma de fe menos inclinada a la violencia y al dominio del mundo material y las riquezas. Salvo excepciones, no se mezcló ni se mezcla en cuestiones políticas, pues prima el viejo espíritu de lo pasajero de las cosas y de la búsqueda individual de una paz interior, unida a una gran humildad.

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