Cada símbolo es un soporte de un concepto; pero con el paso del tiempo, a veces ocurre que esos conceptos se van cubriendo de capas que hacen imposible la tarea de interpretar correctamente el símbolo. Cada símbolo tendrá diferentes interpretaciones, según lo que cada cual sea capaz de profundizar en el propio símbolo. En ocasiones se producen interpretaciones absolutamente equivocadas, o interesadas de los símbolos, por ello, cuando un símbolo es vaciado de su contenido, el símbolo muere.
Las matemáticas sirven para ordenar, contar y medir, sirviéndose de un lenguaje simbólico. Todos conocemos los números arábigos occidentales, 1, 2, …, pero por ejemplo, ¿qué representa un 1? Podríamos dar varias interpretaciones de ese símbolo. El 1 es el elemento neutro para la operación de multiplicar; pero, también podríamos interpretar el 1 como unidad, aquello que engloba al todo, es decir, podríamos hablar de un uno que no tiene segundo…
Desde luego el mundo de los símbolos es apasionante, y la filosofía es una herramienta clave en la interpretación de los símbolos; pues la filosofía nos ayuda a profundizar en los conceptos que encierran los símbolos. Además, cuanto más profundicemos en los conceptos que encierran los símbolos, mejor conoceremos la naturaleza que nos rodea… y a nosotros mismos.
Ciclo de actividades en conmemoración del día mundial de la filosofía